miércoles, abril 11, 2007

REMEMBRANZAS

REMEMBRANZAS

Por: Luis H. Arthur S. WWW.Luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 10 Abril 2007

Recordar el pasado que a uno le tocó vivir en sus múltiples etapas, es de mucha satisfacción porque uno puede aquilatar como el camino elegido me condujo hasta donde hoy me encuentro en un lapso de 7 décadas. Si hoy estamos aquí y no allá, es porque así quisimos, porque todos somos los arquitectos de nuestro propio destino. Muchos en el camino nos ayudaron, nos influenciaron para bien o para mal, pero fuimos nosotros y nadie más quienes tomamos la decisión de seguir una ruta, de transitar un camino y de estar donde hoy estamos.

Son experiencias que a mi ya no me sirven, pero que quizás puedan ayudar a alguien a establecer su meta en la vida y encontrar su rumbo, que espero sea de honestidad, moralidad y patriotismo, pues como dice el poema hecho canción: Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.

En 1951 cuando termine el 8º curso con la Srta. Guillermina McKenzie, le dije a mi madre que iba a conseguir un empleo, para empezar la vida productiva. Mi madre me dijo que yo iba a estudiar el bachillerato. No valieron argumentos míos para hacerla cambiar de opinión. Empecé el Bachillerato, que interrumpí en 1953 para irme al Politécnico Loyola de San Cristóbal por 4 años. Luego de trabajar 5, en Santo Domingo y en New York, pude con una beca en el gobierno del profesor Bosch, estudiar en una las más prestigiosas universidades de México.

Le decía a mi esposa en nuestra caminata matutina de hoy, lo mucho que tenia ella que agradecerle a su suegra, que si fue suegra, y yo a mi querida madre, que se empeñó con visión de futuro en que yo fuera más, aunque en esos momentos los recursos apenas bastaban para vivir muy frugalmente.

Comentaba que si yo no hubiese ido a Monterrey, la hubiese conocido y nos hubiésemos casado hace 42 años, a lo mejor ella estaría con otros hijos, quizás en La Paz, de donde era un enamorado de entonces, contando los 5,000 millones de sapos del algo Titicaca y viviendo la experiencia de Evo.

Ella se enoja y me dice que no me atreva a escribir esto. En algún momento hay que ser desobediente y dar rienda suelta al buen humor y a pensar en otros posibles caminos. Yo estaría en Puerto Plata, ganando 15 o 20 mil pesos, jugando dominó en chancletas en la playa.

Luis@arhur.net