COMPREMOS UN EXTINGUIDOR
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blologspot.com 16 Mayo 2007
De confirmarse esa noticia de primera plana de “El Día” del 14, nada seguirá siendo como antes.
Ya el gobierno se desenmascaró, no le bastaron tantos préstamos tomados, tantos sueldos de súper lujo, tanto derroche en elecciones de Senadores y Diputados y en una precampaña para pisotear a su hermano de ayer.
No ha habido solución al problema eléctrico. Nada se ha avanzado, sólo habladurías.
Este gobierno vive de escándalo en escándalo. ¿Cómo justificar que un policía trabaje como un buey, a cualquier hora del día o de la noche, días normales o festivos y feriados y gane seis mil pesitos al mes? ¿Igual un guardia? Arriesgando su vida para tratar de detener esta vorágine de delincuencia, motivada en muchos casos por falta de trabajo que el dinero mal habido no crea, y un “Servidor del Pueblo”, juez de la Camara de “Cuentas” o de la Junta o Secretario de Estado, o Superintendente de Electricidad, gane él solo como cien de ellos.
¡Con qué derecho este gobierno permite y apadrina esas acciones! ¡Con que derecho nos da esos ejemplos a un pueblo deprimido y desesperado!
Y todo con nuestro dinero, que nos saca eficientemente a montones cada vez mayores.
Todos queremos paz, tranquilidad, vivir bien. Nadie quiere violencia que aleja al turismo y la inversión extranjera de que vivimos en gran medida, pero no se puede jugar con fuego y gasolina sin un día quemarse.
Eso es lo que esta haciendo el Presidente y con su hablar bonito nos quiere tener dormidos para que no sintamos que nos están devorando las entrañas.
Hace unos días Andrés L. Mateo escribió un articulo desgarrador de la generación de los 60.
Nuestro Presidente es de esos años, pero mientras unos se sienten destruidos, con el alma desgarrada, con los sueños hechos pedazos, otros, los pragmáticos, los que son reencarnación de los Balaguer, Trujillo y tantos otros, son los que en vez de casarse con la gloria, lo hacen con ellos mismos, con el dinero y el poder y pudiendo ser Ángeles del cielo, prefieren ser Ángeles del infierno, perpetuando la agonía de este pueblo que conocen bien y explotan mejor.
Aquí hay que despertar y enfrentar con firmeza a estos señores de la mentira y el poder. Sin temor, tratando de con una acción clara y un mensaje contundente hoy, ofertarle paz futura a nuestros hijos y nietos.
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