martes, mayo 15, 2007

PLANOS SECRETOS I

PLANOS SECRETOS I

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 14 Mayo 2007

El Viernes 4 pasado andaba por La Laguna, en Nisibón y todas las estaciones que mi radio captaba eran de la Cadena de Leonel, con la que apabulló a Danilo.

Un derroche de dinero que contrasta mucho con nuestro estado económico calamitoso y pedigüeño. Era el mediodía y el Presidente felicitaba a Huchi Lora y se refería a la sentencia que obligaba a Diandino a entregar los planos, estudios, aprobaciones, etc. del Metro del León.

Las cosas que tuvo que decir, son penosas, aunque quizás el vulgo, que a la postre es quien importa, haya creído que estaba hablando excatedra.

Ningún plano de edificación que pase por nuestro departamento de permisos de Obras Publica, es secreto. Quien nunca haya estado en ese sitio, debería pasar, para que vea que allí hay libre acceso. Además, los ingenieros y calculistas que ahí trabajan, no han sido depurados ni están sujetos a ningún tipo de “secreto de estado”. Más aun, los juegos de planos, que transitan ahí sin celo extremo, tienen que ir al ayuntamiento correspondiente con igual tratamiento.

Además, a nadie fusilan por ir hoy con una cámara o filmadora y documentar todas las zanjas que están haciendo en plena vía pública. Los ingeniero, trabajadores, muchos extranjeros, tampoco están sometidos a ningún control de secreto de estado. Los planos de obra no están clasificados, numerados ni resguardos.

Pero, mas aun, querer hacerlos secreto de estado seria material y totalmente imposible. En los Álamos se desarrolló la primera bomba atómica. En un desierto, en instalaciones militares, sólo personal ciudadano y militares, depurados y bajo control absoluto, y sin embargo la información fluyó y llegó a los rusos.

Lo que dijo Diandino y repitió como eco el presidente, es un solemne disparate. La seguridad de una obra no está en unos benditos planos, más bien en el cuidado y protección que aquello tenga durante su vida operativa.

Mi empresa y yo hicimos en la década del 1970 toda la seguridad del actual Banco Central. Los planos circulaban, y es que la seguridad no reside en circuitos electrónicos. Estos sólo avisan. Si el personal de seguridad se colude, los avisos se ignoran, y las puertas se abren. De adentro vino el problema cuando lo robaron inexplicablemente.

luis@arthur.net