jueves, diciembre 20, 2007

CASTIGOS Y PENAS


SIN TEMOR NI FAVOR


Castigos y penas
Luis H. Arthur S.

Las precipitaciones registradas cuando David según el documento de la CDE del 29 Septiembre 1979, indican:
1) En 6 horas: 150.9 mm.
2) En 12 horas 233.1 mm.
3) En 24 horas 295.2 mm.
Estos volúmenes caídos comparados con los usados para el diseño de la presa de 818 mm, nos indican que sólo llegó al 36.1%.
La gráfica muestra este hecho.
Las tormentas Noel y Olga, que dieron al traste con la memoria histórica de cómo se operan presas en temporadas de ciclones o cuando se pronostica una tormenta que trae mucha agua no tuvieron flujos comparables y muestra la irresponsabilidad de gobiernos que no alcanzan a ver que no todo es politiquería, reelección, tranzas y que hay que poner y mantener funcionarios capaces, que tomen las decisiones que los cuerpos técnicos asesores les dan.
Cuando un gobierno nombra a políticos en cargos importantes, asume junto a ellos una responsabilidad ante sus acciones erradas, que la ley tipifica y castiga.
La única forma de institucionalizar un país es permitir y promover el imperio de la ley.
En este caso penoso, en que los muertos y desaparecidos pasan del centenar y las perdidas materiales son multimillonarias, debido a un error de operación y donde hay que usar el dinero de muchas otras necesidades, hay que castigar ejemplarmente a todos los responsables. Crear una comisión más, es preludio de olvido, y buscar que el tiempo mitigue y haga aceptar a tantos sus evitables desgracias.
Un gobierno está para bien gobernar. Si cualquiera de sus funcionarios comete faltas, tiene que ser cancelado y sometido al escrutinio de la ley, como le hacen a los infelices policías, que ganan 100 o 200 veces menos que uno de esos que no sólo se equivocan, sino que quieren tapar sus fallas e incapacidades con mucha palabrería, como si los hechos se pudiesen revertir con demagogia. Hay que ejemplarizar para que no se repita.
Este documento publicado por la CDE en esa fecha para rendir cuenta de su actuar, no tiene desperdicio y más parece como si el Dios justo lo hubiera propiciado para que hoy fuera como dedo acusador irrebatible.
Ya no podemos seguir sin institucionalizar el país y con una justicia selectiva sólo para pobres y humildes.
luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ * 19/XII/2007