LA SUPREMA
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.larthur.net www.luisharthur.blogspot.com 7 Diciembre 2007
No recuerdo nunca haber visto u oído que el Presidente y los Jueces de la Suprema Corte de Justicia de Alemania, Francia, EE.UU. y muchos otros países, se la pasen figureando en toda actividad del ejecutivo, y de otras muchas instituciones, como vedette, y peor aun, hablando a diestra y siniestra de todo, como un Hipólito cualquiera.
Siempre he oído que los jueces hablan por sentencia, y como son los llamados a impartir justicia en última instancia, mientras menos hablen, más justos serán y mejor justicia brindarán.
En aquellos países casi no se les conoce fuera del entorno de su trabajo.
Aquí, la cosa es diferente, sobre todo y casi exclusivamente con su Presidente. Luce que desea ser candidato a algo y quiere y necesita estar donde todos le vean y oigan. Habla hasta por los codos y mete la pata a cada rato. Mientras tanto La Suprema tiene demasiado trabajo atrasado. Viola los plazos, por lo cual creo que no tiene moral para imponerle orden y trabajo a las Cortes de menor jerarquía, y a cada rato pone en vergüenza y en entredicho a tan importante institución, que forma parte del la trilogía de Gobierno democrático según establece ese pedazo de papel llamado Constitución.
Sus declaraciones a veces parecen las de un burócrata dependiente del poder ejecutivo. Luce que ya es tiempo de disciplinarlo o pasarlo a otra posición.
Supongo, que tanto él y los demás Jueces que estuvieron en la reunión a que convocaron a 265 alumnos de diferentes escuelas para hablar de la Constitución en su aniversario, niños todos, se avergonzarían cuando algunos se pararon y le dijeron que por que ellos no ponían el ejemplo de no violar la Constitución y las leyes.
Esto quizás fue el motivo de que el Vicepresidente de la Suprema a pocos días dijera que “para la próxima semana entrarían a considerar los casos pendientes del Metro y la Sun Land”. Una corrección tardía pero necesarias a las penosas declaraciones de su Presidente.
Creí que ante tanta vergüenza se callaría por un buen rato, pero no, sigue buscando cámara y complaciendo al gobierno del León, como si, usando el lenguaje de Hipólito, éste lo tuviese agarrado por ahí mismo.
Si quiere ser político y estar en el figureo, que cambie de trabajo. ¿Que tal Asesor Legal?
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