miércoles, julio 04, 2007

DESESPERO

DESESPERO

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 3 Julio 2007

Decía el periódico que para que un profesional sea competitivo en el mercado internacional, tiene que estudiar postgrados.

Vivimos en una era de cambios del conocimiento tan violenta, que tenemos que emplear más tiempo para poder captar una partecita de lo que nos está llegando. Esto en sí es un reto, pero la tragedia es que preparemos profesionales a un gran costo, para que nos abandonen.

¿Hasta cuándo resistiremos este esquema, en que todo profesional quiera largarse del país pues no encuentra satisfactores similares a los que otros países pueden ofrecerle en lo económico, ético, moral, en seguridad y calidad de vida? Esta es la peor depredación posible.

Si preparamos a personas muy competitivas y no les enseñamos amor a la patria, no les damos oportunidades de desarrollarse, sino que les ponemos zancadillas a cada paso, pues el vivir en este país se semeja a competir en una carrera de obstáculos móviles, donde el Gobierno, en primera instancia, se ocupa de dificultar cualquier actividad, cambiar las reglas de juego a cada instante, sin aparente razón o lógica. Preferimos entregarlo a ajenos y piratas y respetarlos.

Y todo empieza desde el momento que se nace y se tiene que obtener un acta de nacimiento, luego inscribirse en una escuela donde el 60% de los maestros se quema en el examen para obtener una promoción; después sacar la cédula, pasaporte, obtener un certificado de notas, que es más largo y difícil que una peregrinación a la Meca.

Para todo se requiere un Certificado de Buena Conducta, y no trate de sacar una copia de su acta de nacimiento, pues la que el Estado le proveyó sólo dura 3 meses, y no certificada no vale.

Este es un país hecho para políticos deshonestos, mafiosos, y delincuentes, y entre todos hacen un amasijo de complicidades para hacerle la vida imposible al trabajador honesto, al profesional que quiere progresar y crear empleos, al empresario que tiene que dedicar más tiempo a lidiar con el gobierno y sus trapisondas que a pensar, competir y lograr buen éxito en su trabajo.

Por eso no sólo los profesionales quieren irse, las personas de pueblo sueñan con una yola, con el “Expreso de la Seis de la Tarde” desde Nagua o Miches, y entre vejaciones y peligros irse a donde esperan hallar un mejor futuro. ¡Limpiemos el templo!
luis@arthur.net