martes, julio 31, 2007

PARA PRINCIPIANTES II

PARA PRINCIPIANTES II

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 30 Julio 2007

En esta transformación pasaron millones de años. Hoy nos maravillan las magníficas obras como las pirámides, templos y tumbas Egipcias y Mayas, Machu Pichu, la muralla China, las miles de edificaciones increíbles de tantas partes, hechas con el esfuerzo y la vida de centenares de miles, sin derechos laborales, sin posibilidad de enfermarse, sin vacaciones ni salarios dignos y compensatorios.

La guerra se hacía cuerpo a cuerpo, cara a cara, con el objetivo de robar, anexar, esclavizar, sacrificar y exterminar a unos para otros vivir mejor. Nadie podía estar seguro y dedicarse a progresar, sin despertar codicia.

Muchos siglos pasaron hasta que lograda cierta estabilidad el hombre uso su mente ya más cultivada y educada para nuevos desarrollos. Fue hasta 1769 que James Watts patentó la máquina de vapor, mejorando un diseño anterior existente, que en 1776 se hizo realidad práctica.

El fuego, la leña, el oxígeno y el agua se juntaron para en una cámara cerrada llamada caldera, convertir por calentamiento el agua en vapor y con la gran expansión que se produce, en una máquina de pistones y bielas, hacer el primer motor energético, que hacía el trabajo de muchos hombres, dando pie a la revolución industrial que cambio la en los países más desarrollados.

Surgieron las locomotoras, las grúas, las fabricas en serie. El hombre había domesticado una energía confiable, de la que podía depender y disponer a voluntad. El progreso se iniciaba.

El reino vegetal empezó a suplir esa energía en forma de leña, pero rápidamente se encontró que el carbón mineral, podía sustituirla con ventajas y este mineral comenzó a explotarse masivamente y a usarse en las calderas como combustible.

Cada vez se descubrían nuevos inventos, nuevas mejora y diferentes aplicaciones.

La electricidad vino a ser realidad y se crearon los primeros generadores movidos por turbinas de vapor, como son aun en la actualidad, y ésta se hizo la reina de todas las formas de energía, por su fácil trasporte por cables y su seguridad.

No es lo mismo transportar, distribuir y manejar el sucio carbón o la leña a las fabricas y hogares, y disponer luego de los residuos y cenizas , que llevarla limpiamente por alambres de cobre o de aluminio.

luis@arthur.net