INCAPACIDAD III
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 17 Julio 2007
El diagnóstico de Sector Eléctrico todos lo saben, estay ronco de repetirlo, pero no hay peor sordo que el que no quiere oír.
No se puede comprar 100 unidades de nada y vender y cobrar sólo el 52%.
Es increíble que cosa tan simple y básica no pueda resolverse, cuando cualquier pulpero, sin ser de Baní, lo sabe.
Tampoco se puede sobrecargar el sector con compañeritos por miles, con buenos sueldos, pues aunque casi dupliques el precio de compra, no se puede ser rentable en la venta.
No se puede dejar de cobrarle la factura a jorocones políticos, militares y privados, y querer estar a flote. Hipócritas habladores
No bastan todos los subsidios del mundo para lograr así una gestión buena y sustentable. Todo el mundo sabe eso, menos los que su juego es la política, la adhesión, el compromiso.
El Presidente que habla bonito, el que nada siente, el ausente, el que luce que sólo baja al pueblo cuando requiere votos, unos ya comprados y otros con precio conocido, está atrapado. Sus colaboradores le prometieron y no le cumplieron y el nada ha hecho, y ahora menos, cuando su estrella desciende por tanta indolencia, despilfarro, abuso de impuesto y quiebra de miles de empresas que dejan a muchos miles más de desempleados, abandonados a su suerte, mientras los funcionarios se sirven con palas mecánicas, pues sus fuerzas no cargan tanto.
De ese 48% de energía que se pierde, una parte es en perdidas técnicas, menos del 10%, otro 10% o 15% son los barrios carenciados, y el resto, son ricos propietarios, empresarios, industriales, dueños de penthouses con aire central que pagan $3,000 al mes, pues estamos viviendo en una época de deshonestidad rampante a todos los niveles. El rico no se da cuenta, no quiere entender que esta afilando cuchillo para su propia garganta, para tener que salir huyendo dejando todo atrás, menos el dinero puesto fuera.
Si como dice Federico Martínez este país hiciera un esfuerzo para ser serio, cumplido, honorable, otros vientos nos soplarían y otros políticos nos gastáramos, y no se vería un panorama tan tétrico, donde luce tendremos que escoger entre un malo o un peor, ambos con colas de cometa que se extienden por muchos kilómetros, que desgraciadamente no son de hielo. Sino de desvergüenza e ignominia.
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