HARLEY DAVIDSON
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 5 Julio 2007
“Las Harley Davidson: Una inversión que no dio resultado” fue un titular en Diario Libre hace unos días.
¿Quien dijo que no dieron resultado? Eso es una falacia de marca mayor. Estoy en total desacuerdo. Dice se invirtieron RD$28.7 millones en 52 unidades a US$17 mil. Lo que quiero entender es que quien escribió ese noticia periodística quizás pensaba que una motocicleta pesada, bajita, de lujo, iba a ser práctica en barrios de calles malas, canales hondos, zanjas y vericuetos, y en realidad ese no era el objetivo. No piensen que a nadie se le quedó dinero entre las uñas, por muy largas que las tengan, no. Yo creo que tenían el propósito de demostrarle a los fabricantes en una especie de Rally de resistencia con obstáculos, que sus productos son buenos, fuertes, duraderos, y que en manos de gente, que acaban una cualquier vehículo en 11 meses, iban a durar. ¿Duraron?
Aparte se iban a utilizar para el desfile en la película que aquí se firmaba, como una contribución del gobierno a su buena imagen internacional.
En ese caso, diferente al caso Haitiano en que nos tiene como palo de gallinero sin que le importe al Presidente que habla bonito, si se quería dar una buena impresión de progreso.
Se que hay muchos pensando desde hace rato que las abundantes comisiones que pudieron haberse cobrado no cabían en las unas y por eso las tiene limpias, pero eso son sólo los mal pensados, yo no apoyo tal creencia y me niego a respaldar una afirmación tan festiva y sin fundamentos y pruebas.
Eso de que a lo mejor se compraron para apabullar a los pobres habitantes de esos barrios, seria un contrasentido, ¿como mostrar comida ante el muerto de hambre? Más bien parece que los altos funcionarios del gobierno nunca han pisado esos sitios, y creyeron que era el nuevayork chiquito, sin hoyos.
Lo trágico es ver cómo se dilapida el dinero que el gobierno nos saca en impuestos, sin que a nadie se les pida cuentas.
Somos unos conformistas que sólo lloramos de los ojos para adentro. Cargados de miedos, de falta de métodos, y no queremos hacer viable esta democracia, participando, reclamando, escribiendo cartas, correos electrónicos a Diputados, Senadores, Gobierno y Funcionarios.
Hay que insistir e insistir. ¡Aparentemente perder tiempo!
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