mpHACIA DONDE VAMOS…
Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 27 Septiembre 2007
Necesariamente tiene uno que preguntarse hacia donde vamos. Nuestro pueblo se envilece cada día. Su bondad tradicional está dando paso a una rapacidad acelerada.
Si se tiene un accidente en la carretera, nadie te va a ayudar, pero si te van a robar hasta los calzones y a desmantelar el vehículo y desaparecer lo que cargas en un pestañar.
Al transitar aún por sitios poblados estás amenazado de que te roben y maten por un celular.
Si vas a un Hotel te pueden hasta registrar una menor en tu habitación y te extorsionan.
Mandan niños y niñas a pedir y luego te acusan de violarlos.
Todo esto por tres cosas:
1 – Mucha necesidad y un estado de pobreza mantenido desde el gobierno por conveniencias políticas y de acarreo.
2 - Por falta de autoridad, donde la droga y la delincuencia prosperan libremente, aunque ahora tenemos en la DNCD a todo un hombre decente.
3 – Por el ejemplo de las autoridades que no escatiman momento para mandar un mensaje negativo de ventaja personal. Pensar que un alto funcionario, un Gobernador del Banco Central o Administrador del Banco de Reservas, un Juez de la Cámara de Cuentas o de la Junta Central Electoral gana cada uno al año lo que ganarían 300 policías, de los que a ellos les cuidan…
Y no sólo ganan demasiado, sino que despilfarran a manos llenas. Anteayer comentaba sobre las nuevas jeepetas a todo lujo con que los jueces se van a cambiar las existentes, por ya no ser dignas de sus egos.
El petróleo y todos los combustibles fósiles escalan los precios previsto. Nuestros funcionarios, vaselina en mano, ruegan a Chávez, para que nos financie más. Nada de bajar consumo, ahorrar, usar energía renovable. No. ¡Solo coger fiado, que alguien, no ellos, pagará!
Ante tanta indolencia vienen elecciones con falsas promesas. Un candidato acusa a otro y ninguno sirve, pues sólo les interesa enriquecerse rápidamente por si “acaso” poder largarse de este país “donde no se puede vivir”.
Y en el medio azotada por los de arriba y los de abajo, una clase media que no sabe que hacer, con pocas posibilidades, luchando por no caer, y en causa común con los de abajo busca desesperadamente poder irse a donde creen vivirán mejor, a mantener con remesas de dinero bien sudado a políticos ladrones.
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