miércoles, septiembre 05, 2007

PESADILLA MALA

PESADILLA MALA

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 4 Septiembre 2007

Creo que estoy dormido y una pesadilla comienza a inquietarme. No puedo despertar aunque hago esfuerzos. Es una situación que uno no sabe como explicar, pero que a veces por desgracia tiene que vivir. Veo lugares lejanos de mi pasado y amigos actuales envueltos en actos incomprensibles, en una vorágine que presagia males mayores y grandes calamidades.

Quizás sea resultado de un sancocho en mi mente de mis inquietudes y mis artículos. O tal vez el producto de no haber entendido a mi pueblo a pesar de ser tan viejo. También es posible que ellos vivan esclavos de ese pasado tan terrible de la tiranía de Trujillo y la pérdida de todo valor y honor.

Hace pocos días escribí sobre el lavado de cerebro que recibimos en las escuelas y de la sociedad. Recuerdo que Puerto Plata fue una ciudad remisa a Trujillo por lo que recibió desaires y castigos. Dos incursiones vieron por allí. Era terreno fértil.

En mi pesadilla alucino y veo la gestación de un nuevo monstruo, y empezó ya en serio, increíblemente en el Ayuntamiento de Puerto Plata. En una inauguración a la que asistió el Presidente y fue lambisconeado como barquilla de chocolate doble bola del Sorrento. ¡No puede ser! ¡Estoy soñando feo!

Cierto que ya se veían asomos de bajeza, de querer endiosar a un Presidente que le encanta el poder y goza las alabanzas, y al recibirlas se pavonea como Pajuil. Tiene que ser una pesadilla, como la de los coroneles.

A Trujillo le colmamos de zalamerías. Le dimos su nombre a la Primada de América como quien se come un maní. Le nombramos “El Jefe”, “El Benefactor de la Patria”, “El Padre de la Patria Nueva”, “El Primer Maestro”, todo. Le entregamos nuestras esposas, nuestras hijas, nuestro honor. A principio poco a poco, como con vergüenza. Luego fue encarnizada competencia a ver quien le otorgaba el mejor título y conseguía siquiera una sonrisa o un pequeño favor. “En esta casa Trujillo es el Jefe”

Fuimos abyectos, cobardes, lambones, míseros y canallas, y no pongo más adjetivos para no suplantar a su Eminencia.

Mi pesadilla avanza, estoy delirando… Sueño que ayer en la inauguración del Acueducto Múltiple del Sur, mi amigo pidió nombrarlo “El Redentor”. Nos fuñimos junto a Jesucristo. ¡Despiértenme! Despertemos todos.
luis@arthur.net