jueves, junio 14, 2007

14 DE JUNIO

14 DE JUNIO

Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 13 Junio 2007

Repito lo que decía Cao Miranda (QEPD) que nadie después de los 25 años inventa o hace nada importante. El Estado Israelí licencia a sus pilotos de caza luego que cumplen 22 o 23 años, pues empiezan a envejecer y a perder agilidad.

Siendo yo estudiante hace 42 años, con 28 de edad, tuve la osadía de un 14 de Junio del 1965 contraer matrimonio con Adela, mi esposa de siempre.

Becado, con US$120 al mes, y a mitad de carrera. Parece, visto de lejos cosa de locos ¿verdad?, imagínense, en plena revolución, cuando el envió de los cheques se había detenido y nuestro futuro lucia incierto. Sin embargo fue el momento estelar de mi vida y supe aprovecharlo. Ella tenia tan solo 19 años, y 11 meses después, el 27 de Mayo 1966, nació nuestra primera hija Adela Celeste.

Tuve que empezar a trabajar a la vez que estudiaba.

Los cheques volvieron a llegar y pudimos completar los estudios y retornar en 1967, para encontrar un país devastado, empobrecido, y convertirme en un desempleado más, cuando allá tenía una estabilidad y un futuro que lucían promisorios. Sin embargo era condición de la beca volver a trabajar al menos 2 años con la Corporación de Fomento Industrial. Cuando me presenté, al día siguiente de llegar, quedé atónito al oír que no había nada, que quedaba libre del compromiso y que buscara trabajo, que quizás encontrara, y lo encontré en la UCMM, que en ese momento no era Pontificia, en Santiago.

Aquello fue un empezar desde cero, pues mis padres no podían ayudarme económicamente.

Hemos pasado muchas estrecheces. Había que ayudarles. Hacerles su casa y mantenerlos dignos hasta su muerte.

Hoy, a 40 años de mi llegada, vivo adecuadamente de mis menguados ahorros.

Al mirar atrás, comprendo por qué nuestra generación fue tan capaz, y es que tuvo que luchar sola por su bienestar, sin casi ninguna ayuda, excepto algunos privilegiados. Manteniendo una moralidad, una ética y una verticalidad que uno ahora echa de menos en su entorno.

Mis 4 hijos todos casados viven en México. Tenemos 5 nietas y dos nietos. Aun estamos saludables y nos queremos como el primer día, y nos comprendemos mejor.

Dios nos ha bendecido. ¡Gracias Señor!

luis@aruthr.net