PREVISIÓN
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 20 Junio 2007
Una de las cosas que resultan más difíciles para las personas y para el Estado es el orden de prioridad.
En estos tiempos de consumismo, los anuncios tratan de meternos por lo ojos las cosas que hacen lo mismo que las que ya tenemos y que simplemente no necesitamos. Se requiere de mucha templanza para sustraerse a ese bombardeo constante e inmisericorde. Vivir el hoy.
¡Usted se lo merece! Y con esta frasecita como pintura negra, tratan de borrar de un sólo brochazo nuestro razonamiento y resistencia a ser llevados como caña para el ingenio, y generalmente lo consiguen, pues ese es sólo el empujoncito final. Ya hemos visto a nuestro compañero de trabajo, algún familiar, amigo o vecino, enseñarnos su nueva adquisición, tratando de ponernos verdes de envidia.
Sin descartar la presión de algunas esposas e hijos. Cuando nos venimos a dar cuenta, estamos más endeudados que el gobierno de Leonel.
Hemos dilapidado con imprudencia, nuestros ahorros que serán nuestros recursos cuando ya no produzcamos tanto o que ayudarán a nuestra familia si prematuramente desaparecemos.
¡Que bobo fue tu marido!, vivió sacrificándose, sin gastar un chele y se murió sin gozar la vida, porque gozar la vida, es vivir con signos externos de derroche y aspavientos, sin pensar que esa es la moda actual pero no es la correcta ni la mas aconsejable. Que llegará el momento de las necesidades crecientes con ingresos menguantes o nulos, y entonces vendrán los lamentos, el arrimarse al hijo, a la hija y su marido, a algún pariente e ir dando pena y siendo ejemplo de desmérito. Ser infeliz por tener que vivir pidiendo y ver caras de disgusto, como casi todas las que tienen que dar.
El ser hormiga más que chicharra, permite transitar en la vida, no por autopista de lujo y peaje, pero si estable por rutas apropiadas, sin grandes baches o problemas, y arribar al mismo sitio que todos, en buenas condiciones y mejor animo.
Un país sin ahorro interno, con derroche, sin prioridades, sin visión del futuro, le esperan muchos momentos difíciles en el futuro, igual que a cualquiera.
El gobierno sólo tiene una fuente legítima y estable de ingresos: los bolsillos nuestros, y si los dilapida, no los prioriza con eficiencia, los subsidios se lo comerán a él y a nosotros.
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