martes, junio 26, 2007

AMORAL

AMORAL

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 25 Junio 2007

Papá, le dice un jovencito al llegar a su casa, ¿que significa y cual es la diferencia entre “supuestamente” y “realmente”?. El padre piensa y le dice: Te voy a poner un ejemplo, ve con una de tus hermanas y pregúntale si ella aceptaría la “Prepuesta Indecorosa” que Robert Redford le hizo a Demmy Moore…. Papá, dice que si….. Bueno, ahora ve con tu otra hermana y hazle la misma pregunta… Papá dice también que si… Bueno “supuestamente” somos millonarios. “Realmente” lo que tenemos son dos prostitutas en casa.

“Supuestamente” tenemos un fiscal, “realmente” tenemos una justicia amoral y corrupta.
Cualquier dinero mal habido puede ser incautado a un delincuente a través de un juicio y entrado a las arcas nacionales, pero no existe, ni puede existir y si existiera seria inmoral, una ley que permita comprar la justicia a lo claro y legalmente.

Decía en mi articulo anterior sobre le tema: “Declararán que eso es insultante, degradante, lesivo para la conciencia nacional...” ¡Que iluso! El fiscal, quien está para defender y moralizar la sociedad, nos declara: “Estudiaré la propuesta junto con mi equipo de trabajo, analizaremos la base legal, y si tiene algún fundamento le haremos una contrapropuesta”. (El Caribe)

¿Pero es que nos estamos volviendo locos? ¿Es que ya hemos llegado a un grado de inmoralidad tal, que una oferta de comprar la justicia vaya a ser “analizada” y a recibir “contrapropuesta” económica?

Esa respuesta era para que el Señor Fiscal de Distrito estuviese hoy en la oficina del Procurador General de la Republica rindiendo cuentas de su desaguisado, y que el Presidente que habla bonito hiciera una declaración contundente, para separar su gobierno del narcotráfico.

Hasta ahora no he visto u oído nada. La opinión pública aun no se manifiesta. Mientras, la justicia se nos presenta como un “commodity” que se cotiza en el mercado, antes soterrado, ahora a plena luz del sol y a la vista de todos, sin rubor y sin vergüenza.

Creo que en algún tiempo pasado los alienígenas invadieron mi casa, me raptaron y me cambiaron la mente antes de devolverme sin memoria de ese evento, pues cada día pienso tan distinto a mi pueblo, que mira, oye y no se inmuta ante tanta corrupción económica y moral. ¡Y no puedo comprender!

luis@arthur.net