lunes, octubre 22, 2007

CON QUE DERECHO...

CON QUÉ DERECHO…

Por: Luis H. Arthur S. n www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 21 Octubre 2007

El Presidente que habla bonito, el Redentor del Sur, está en graves problemas y junto a él todos nosotros.

Quizás como muchos encantadores, se confió demasiado y la serpiente lo mordió y lo envenenó tal vez de muerte.

Muchos venían diciendo que lucía desquiciado. Que sus últimas acciones de gobierno no eran coherentes con su hablar y su manera suave. Destapó la caja de Pandora de la reelección, que su antecesor impuso como receta personal y está causando perjuicio y malestar.

Todo en la vida tiene un limite pasado el cual viene las zonas de cedimiento y rotura y se rompen cables, se caen puentes, colapsan edificios y personas se hunden irremisiblemente.

Nuestros Presidentes se acostumbraron a no cumplir las leyes. A violar los preceptos constitucionales sin que el pueblo tuviese fuerzas para controlarlos, dado que el país está des-institucionalizado por voluntad maquiavélica de ellos mismos.

Sin embargo los tiempos cambian, las personas se hartan, el pueblo se cansa de pagar los platos rotos y cuando los “mandados” que se transforman en “mandantes” pierden noción de límites, viene la catástrofe, que trae muertos y damnificados, empezando en sus parcelas.

Se están pidiendo la inconstitucionalidad de medidas y juicio político al presidente, lo que podría dar al traste con quien guarda un silencio olímpico en desden y desprecio a quienes lo cuestionan, como si contara con la adhesión incondicional de unos jueces politizados que le dan larga a los casos difíciles violando plazos.

Vienen tiempos muy difíciles pero importantes y definitorios.

Cuando un infeliz viola la ley y roba un salchichón, le echan sobre el lomo diez años de reclusión, en cárcel sin privilegios.

Cuando un Haitiano hambriento roba yuca de un fogón, la comunidad lo lincha a palos.

Si al Presidente y su combo se le comprueba que violó la Constitución, las leyes y normas, tiene necesariamente que correr la misma suerte o hay que abrir todas las cárceles y permitir como única ley la del Talión.

Todo lo demás es imposición que seguirá alimentando el rencor y la violencia de este pueblo.

Y un día, “la voz que clama en el estiércol” como escribe en Clave Digital Pedro Conde, se cansará y la siega será pareja e injusta.

luis@arthur.net