GOBIERNO DIFÍCIL
Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 24 Octubre 2007
A diario se nos presentan a nuestro discernimiento “Profundos e inescrutables secretos de la providencia”, como dijo Meriño.
El Presidente Bush, a quien ciudadanos de EE.UU. catalogan como el peor que han tenido, pudo reelegirse, apelando no a sus meritos, sino al miedo a parte de la cosecha de lo sembrado.
Creó una psicosis y puso a los ciudadanos de aquel gran país a actuar como autómatas, y están ahora más que arrepentidos. Empantanados en Irak y con el dólar al 70% del Euro y bajando.
Quizás el nuestro también pueda reelegirse, si logra pasar los vericuetos que se le presentan en el camino que eligió.
No hay dudas que el panorama político es tétrico y ante la encrucijada, los votantes prefieran un malo conocido, sobre todo si la estrella no brilla.
En tal caso pueden haber dos posibilidades. La primera y que ha sido ley general, que con nuevo mandato al gobierno y el control se relajen más. Eso le pasó a su amado e imitado Balaguer. La sociedad tenga que ponerse los pantalones y apretarse la correa para evitar un colapso, y aquello se convierta en otro cuatrienio podrido y perdido.
La segunda y la que todos desearíamos, que ante la última posibilidad de variar lo que la historia dirá de él, se controle y pueda controlar a sus huestes destructoras y hacer un gobierno de pasable a bueno.
Esto seria lo más lógico para él, ante la espada de Damocles que siempre pende sobre la cabeza de presidentes, pues no todos pueden exhibir sus “manos limpias del oro corruptor del peculado”.
Son excepciones los que pueden decir como Ulises Francisco Espaillat al arrebatarle el poder, cuando nos retrató en estas palabras: “Yo creí de buena fe que lo que más aquejaba a la sociedad de mi país era la sed sumamente moral y regeneradora; pero otra sed aún más terrible la devora: la sed de oro.” (1876)
Hemos tenido tantos cuatrienios perdidos, en los que hemos avanzado poco, nada o inclusive hemos retrocedido como lo fue el pasado gobierno del PRD.
El mundo, sus recursos naturales en franca desaparición y el aumento de la población, no nos auguran buenos tiempos. Nuestros gobiernos tienen que cambiar, pues de nada les servirá riquezas materiales. Nadie se lleva nada de este mundo.
¡Que Dios ilumine nuestro futuro!
luis@arthur.net
