Sin Temor… Ni Favor…
El Día menos pensado
Luis H. Arthur S.
En el refranero de cada pueblo se han ido estableciendo y quedando algunas expresiones que tenían y a veces aun tienen algún significado, para establecer circunstancias relevantes. Así se dice “más malo que Buceta”, “Preso por la guardia de Món”, “Más guapo que Desiderio Arias”, “Más asesino que Trujillo”.
Estos decires, que tratan de llevar un mensaje conveniente a cada caso, hacen que sin muchas palabras se tenga una idea clara de lo que se quiere trasmitir.
Aquí y ahora tendremos que añadir al menos un par de ellos, pues aunque no lo parezca, Nuria y Alicia se han convirtiendo en los “cocos” del gobierno corrupto que nos damos el lujo de tener, y creo que no falta mucho para que al decir “tranca la puerta que viene Nuria o Alicia”, se arme el despelote y el desparpaje, para no tener que enfrentarse a cualquiera de estas dos mujeres frágiles de cuerpo, pero como la fibra de carbono por dentro, que han puesto a tantos al descubierto.
Ahora les tocó el turno a Segura y a Rodriguez, en la CDEEE y el INDRHI respectivamente. Creo que en el gobierno le van a “huir como el Diablo a la Cruz”, pues sus fechorías, malos manejos, y hasta estupidez, no les deja forma de escaparse al juicio público, cuando estas jóvenes fijan sus ojos de lince sobre ellos.
Son tantos y tantas los premiados, que eventualmente se podría editar la Enciclopedia de la Corrupción Dominicana, donde este gobierno luce campeón.
No se puede tocar en ninguno de los departamentos y sus funcionarios, sin que al oprimir un poco salga inmediatamente un liquido virulento y mal oliente, que no le importa al Presidente, quien nada dice, nada comenta, no reacciona, posiblemente por ser sus amigos, sus compañeritos y sus aliados, a los que les ha brindado amplia libertad, no tanta como la que él tiene para cambiar de máscara cada día sin rubor ni pudor.
Nuria y Alicia son para ellos un par de incordios molestosos, mortificantes y dolorosos. Le están llevando al pueblo abúlico una visión de lo que ellos están haciendo, y le dan, quizás sin querer, una explicación de por qué está cada día más empobrecidos y sojuzgados, y eso es peligroso, pues un mal día en que éste se levante “no confesado”, pueden pedirle cuentas a estos desaprensivos. Ojalá que a ninguno se le ocurra que la solución no es enmendarse, sino hacerlas desaparecer.
Santo Domingo * luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ * 9/VII/2009
