lunes, julio 27, 2009

EL TIEMPO INCREIBLE

Sin Temor… Ni Favor…

El tiempo increíble


Luis H. Arthur S.

El tiempo es el gran tirano del universo. Es algo tan desconocido y etéreo que aun cuando Einstein lo explicó, pocos lo entienden, pero todos tenemos que vivirlo y sufrirlo.
Hasta ahora no hemos encontrado la fuente del mismo y sabemos que transita en una sola dirección, es el mismo para todo con una universalidad y constancia increíble.
Einstein nos habló que está relacionado con los “pliegues” del universo, que su paso varía con la velocidad de quien lo mide.
Pienso que es algo que circula a 300 mil kilómetros por segundo en el que estoy inmerso, pero como no tiene masa no me choca ni arrastra como sería un rio o un ciclón, yo lo siento marchar a su velocidad, si pudiese correr tras de él la velocidad relativa entre ambos iría disminuyendo hasta volverse cero si llegase a alcanzar su vertiginoso discurrir.
El problema es que “dirección” en el orden físico a que estamos acostumbrados no es la misma que para el tiempo. No importa si corremos hacia adelante o hacia atrás, siempre iremos en su dirección, y además será el mismo para todo en este universo, pues estará como quien dice sincronizado. Mi tiempo es tu tiempo y es el mismo para todas las cosas, dependiendo únicamente, como ya dije, de la velocidad a la que nos movamos, o se mueva la tierra, el sol, la galaxia, y resulta que éstas son insignificantes para ocasionar alguna variación perceptible del tiempo.
Como esto es así, sólo estamos en capacidad de medirlo, y para ello usamos relojes, y hablamos de segundos, de minutos, horas, que se convierten en días, semanas, meses, años, siglos, milenios, años luces, etc.
Nuestro sistema de medición se desarrolló observando el movimiento de los astros, el de nuestro planeta sobre su eje de rotación y en su órbita de traslación.
Lo importante verdaderamente es que hasta ahora el tiempo es el gran dictador, el que marca eventos, épocas, y basado en él se encuentra toda la historia de la humanidad y el cosmos y es inmune a nuestras ambiciones.
Creo que es importante que en algún momento de nuestra vida que se desarrolla entre dos tiempos, meditemos sobre esto, pensemos en nuestra finitud, en la imposibilidad de controlar de alguna manera aquel torrente etéreo que irremisiblemente nos arrastra y seamos un poco más humildes, pues estamos destinados a desaparecer en un pestañar, dejando atrás riquezas, glorias y arrogancias.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 26\VII\2009