jueves, julio 30, 2009

MEDITANDO II

Sin Temor… Ni Favor…

Meditando II


Luis H. Arthur S.

Continúo con Gorki:
V- Tic tac, tic tac. Si usted calculara su importancia según el movimiento infinito del reloj, terminaría aplastado por la conciencia de su propia nulidad… Cuando la naturaleza ha privado al hombre de la facultad de andar en cuatro patas, le ha dado en compensación el cargar una cruz: ¡El Ideal! Y, desde entonces, tiende inconsciente, instintivamente hacia lo mejor. Haga realidad este impulso, enseñe a la gente a comprender que la verdadera felicidad consiste solamente en la voluntad de hacer el Bien. La única cosa que puede hacerle pronunciar una queja es la compasión, la limosna de los pobres de espíritu. Todos los hombres son igualmente desgraciados, pero aquél que se queja de su desgracia es todavía más miserable. Son aquellos sedientos de atraer sobre ellos la atención de los otros, los que son menos dignos. Avanzar siempre es el objetivo de la vida. Que este avance sea siempre un esfuerzo que nos procure horas de pura belleza”
Los ricos y poderosos, los gobernante y políticos son los que creen que el tic – tac, tic – tac, del reloj no afecta sus vidas, y no alcanzan a percibir la finitud de la vida individual y el poco tiempo que tenemos para realizar nuestros ideales, para ser felices y para hacer felices a los demás.
Al leer esas cortas líneas pienso en mí, en nosotros en nuestros gobernantes que se creen quizás inmortales y no aprovechan su tiempo más que para medrar, sin importarles la felicidad de sus gobernados ni cómo van a pasar a la historia, cuando ya no hayan palabras bonitas ni poder para torcer su rumbo, sino que el tiempo en ese incesante tic-tac, le ha despojado de oropeles falsos, de cubiertas corrompibles.
Quizás nunca tuvieron ideales puros, sólo ambiciones espurias, y son en realidad pobres de espíritu que han tenido una oportunidad brillante, sin saber aprovecharla para elevarse un poco, para elevar a los que se han olvidado de “luchar contra aquello que les impide vivir”.
El tiempo en la eternidad no se mide ni en segundos, horas, años ni siglos. Quizás aun estemos en el de las miserias y las vacas flacas.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ *29\VII\2009