miércoles, julio 29, 2009

MEDITANDO I

Sin Temor… Ni Favor…

Meditando I


Luis H. Arthur S.

Mi admirado Pedro Conde, en su artículo semanal de El Caribe, publicó un extracto del “El Reloj” de Gorki.
Deseo reproducir esos párrafos pues se aplica tanto a nuestras reflexiones sobre lo que debiera ser la vida, no este torbellino a que nos aferramos como en comparsa, sin ver que el tiempo es incesante, y que nos marca definitivamente sin apelación, seamos míseros o gobernantes.
I “Tic tac, tic, tac. En la noche, en medio del silencio y la soledad, resulta impresionante escuchar la elocuencia impasible del reloj: los golpes son monótonos y matemáticamente iguales, miden perpetuamente la misma cosa: el movimiento incesante de la vida. La oscuridad y el suelo envuelven la Tierra. Todo se calla, sólo los relojes marcan, fríos y sonoros, la huída de los segundos. Sobre el cuadrante, la aguja camina, y, sin retorno, la vida reduce segundo a segundo de una ínfima parcela del tiempo otorgado a cada uno de nosotros, un segundo que jamás volverá. De dónde vienen los segundos y adónde van: misterio. Hay otras muchas cuestiones sin respuesta, cuestiones más importantes todavía, y de cuya solución depende nuestra felicidad. Cómo vivir, cómo saberse indispensable en la vida, cómo no perder toda fe y todo deseo, cómo hacer para que ningún segundo pase sin que haya conmovido el alma y el corazón. ¿Responderá el reloj preguntas? ¿Qué dirá el reloj a estas preguntas? ¿Qué dirá, con su movimiento que no tiene fin?
III-Tic tac, tic, tac. En el movimiento incesante del reloj no hay punto fijo. ¿A qué llamamos presente? Después de un segundo nace otro que empuja al primero en el abismo de lo desconocido. ¡Tic, tac! Y ustedes son felices y he aquí que se derrama en su corazón el veneno del dolor, el cual puede permanecer allí para toda la vida, sino se esfuerza en llenar cada segundo de algo nuevo y vivo. El sufrimiento seduce, pero es un privilegio peligroso; generalmente no buscamos otro derecho que la dignidad humana. El sufrimiento está en todas partes. Nos alcanza tan fácilmente que casi no llama la atención a la gente. No vale la pena buscar el sufrimiento. Mejor llenarse el alma de preocupaciones más originales, más preciosas… El sufrimiento es un valor en crisis… La vida es más completa y más interesante cuando el hombre lucha contra aquello que le impide vivir. En la lucha, las horas fastidiosas y angustiantes pasan rápidas, desapercibidas.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 28\VII\2009