miércoles, agosto 12, 2009

ASÍ SOMOS V

Sin Temor… Ni Favor…

Así somos V


Luis H. Arthur S.

Cuando una sociedad se abandona al simple discurrir de la vida, cuando los más iluminados no comparten su capacidad y pasivos ven y permiten que el carro caiga de reversa por la cuesta, cuando no paramos las cosas en su inicio, como ya dije de los rotos en la ropa, la tarea se vuelve mucho más abrumadora, difícil, trabajosa y por tanto cada día se posterga, se abandona y se buscan las excusas que no resuelven, sino que permiten que el problema se agrande cada día, y entonces se buscan culpables para responsabilizarlos de la inacción. Y no es totalmente veraz. Es cierto que le pagamos a otro que es el Estado para que vele por estas y tantas otras cosas comunes, pero todos tenemos una responsabilidad, pues nosotros también somos el estado, ente jurídico que nos representa, pero la responsabilidad se comparte, no se delega y el Estado no siente ni padece, como lo hacemos nosotros, que eventualmente somos los que sufrimos los resultados.
Una sociedad progresista, educada, trae entusiasmo, felicidad, seguridad, retos colectivos, calidad de vida, sana competencia, y es precisamente para ello que nos juntamos, que compartimos un territorio y una nacionalidad.
Es para la consecución de estos fines para la que elegimos gobierno, existe una Constitución y un marco jurídico.
Cuando permitimos que estos fines se trastruequen, estamos conspirando contra nosotros mismos, es como si nos apuñaláramos a cada día. Por tanto, nosotros, los sufrientes, los ciudadanos y habitantes de este país, somos los principales y mayores culpables.
Todo empieza siguiendo nuestro instinto independiente, como lo hacen los niños, para entender su mundo. Agarran algo y miran, si nadie los corrige ya es de ellos, lo maltratan, y hasta lo rompen, pero siempre lo dejan tirado fuera de sitio. Así un señor toma una acera y cuelga de un árbol un racimo de guineo. Nadie le dice nada. Al poco tiempo la mancha urbana los tiene por todas partes, como un cuerpo con sarampión.
Ya no son sólo guineos, sino casi un ventorrillo que evita o dificulta que la gente circule, llenan de basura el entorno y lo degradan. Lo mismo con los fritureros, los mecánicos, los guagüeros y carros públicos, los vendedores ambulantes, y hasta el pueblo, llenan de chatarras las calles que ahora, como cada lustro, la autoridad limpia y promete.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ *11\VIII\2009