sábado, agosto 01, 2009

ASÍ SOMOS II

Sin Temor… Ni Favor…

Así somos II


Luis H. Arthur S.

Lo único importante soy yo y el dinero. Don dinero ante quien todos se inclinan reverentes y están dispuestos, por obtener un poco, a hacer cualquier cosa. A llevarse entre las patas a quien sea, a veces a padres, hermanos, parientes, que deberían ser casi sagrados. A aceptar y a proponer actos de corrupción donde extranjeros se adaptan por un beneficio, sabiendo que lo que hacen, en su país de origen está prohibido, y hasta conlleva cárcel. Nos corrompen y corrompemos.
La labor de nuestros padres era más fácil y duradera si todos o la mayoría de otros padres hacían lo mismo y se comportaban igual. Cuando en la escuela los maestros eran rectos, morales y honestos, cuando hacían su labor por vocación y amor. ¡Cuánto hemos cambiado! ¡Cuánto hemos perdido!
No puedo pensar que es la culpa de unos o de otros, creo sin temor a equivocarme que ha sido de todos. Cada uno abandonó en un momento de debilidad algo de su bagaje, y en conjunto, todos a una, nos hemos ido hundiendo. Sumiendo en una arrabalización no sólo de nuestro medio ambiente exterior, no, principalmente de nuestro medio interior, pues el externo es sólo el reflejo de lo que llevamos en el alma y el corazón. En la conciencia.
Una mirada al mundo que vivimos, a este mundo de muchas y nuevas tecnologías, de demasiadas posibilidades, de prisas y tensiones, de apariencia y falta de disciplina, donde cada uno cumple su labor lo más ligeramente posible y busca allegarse, honestamente o no, la mayor cantidad de dinero, con que mantener una vida que aunque dice de felicidad, está muy lejos de serlo, pues se han perdido las raíces de árbol firmemente fijo a su tierra, y somos veletas en busca de dónde sopla mejor el viento.
Nuestro pueblo no ha progresado en la educación formal, sino todo lo contrario. Tantos aun no saben leer, ni escribir. Tantos que si saben son analfabetas funcionales, tantos carecen de educación de convivencia, y viven hacinados, sin espacio vital, unos arriba de otros, la familia entera ocupando el mísero y reducido espacio, donde la privacidad es imposible. Sin servicios, en sitios insalubres y mal olientes, bullosos, calurosos, donde el aire no circula, donde la violencia impera. Aprendiendo desde niño cosas que aun su mente no entiende, siendo violados, por sus abuelos, padres, padrastros, hermanos familiares o vecinos. Niños abusados, con mentes deformadas y desnutridos.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ * 31\VII\2009