sábado, noviembre 24, 2007

CARCEL JARDIN

CÁRCEL JARDÍN


Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 23 Noviembre 2007

Cuando un militar desborda sus deberes, cuando un policía se extralimita en su delegación legal, es normal ver que lo sancionan expulsándole de las filas de la institución y hasta sometiéndolo a la justicia civil.

La Constitución y la Leyes establecen el marco de acción de cada ciudadano y habitante de este país, y está sujeto a ser sancionado si los viola.

También lo están los presidentes y altos funcionarios.

En sociedades con instituciones débiles y de ciudadanos con amplia capacidad aleatoria y que saben acomodarse a cualquier circunstancia, y sólo tratan de salir indemnes. Con el poder y la fuerza del dinero hacen lo que quieren sin que ninguna opinión pública pueda moderarlos.

Las Cámaras Legislativas y La justicia, los otros poderes de la nación que conforman el equilibrio democrático, están coludidos y también violan la ley y olvidan sus deberes, por incapacidad, dinero y partidismo.

Se alían a empresarios ventajistas y como en Fuenteovejuna todas a una se benefician de este pueblo indefenso e indolente.

En la época de la transparencia, se inventan formas para que poco lo sea, y cada decisión de estado y cada no actuación, cubre un negocio millonario, que cada día los enriquece mas.

Hemos llegado a ver que el Estado es el mejor y más provechoso negocio del país, donde se hacen inmensas fortunas con el dinero que nos sacan de los bolsillos, o con las deudas que nosotros tendremos que pagar. En este actuar son mucho mas efectivos que los delincuentes y asaltantes, pues estos sólo te quitan lo que llevas o tienes en tu tarjetas. Estos nos endeudan por décadas, a nosotros y a nuestros hijos y además se cubren de una aureola de redentores.

La oposición le hace el juego. Hoy por ti, mañana por mi, en ese jueguito que he llamado Pecados y Perdones.

Mientras más tiempo paso en este escribir diario, más me entero de ese submundo de excremento y llega el momento de sentirse asqueado y revisarse para ver si no ha sido embarrado o salpicado.

Sigo escribiendo porque entiendo que algún día la tortilla se dará vuelta. En ese día, los políticos y gobernantes lamentarán no haber mandado a hacer una cárcel jardín, decente y con lujo, para sus pocos o muchos días a resguardo para no seguir haciendo daño.

luis@arthur.net