sábado, noviembre 03, 2007

POPULISMO PARALIZANTE

POPULISMO PARALIZANTE

Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 2 Noviembre 2007

Así somos y luce que no podemos ser de otra manera. Poco previsores. Hasta el presidente en la penosa presentación sobre la Sun Land, cuando le preguntaron sobre si volvería a firmar con el FMI dijo “que el puente se cruza cuando se llega al río”.

Ahora estamos penosamente cosechando esa política errada de no prever nada. Llegó la tormenta y nos encontró a todos asando batatas. Nos hemos cansado de escuchar que la Marina de Guerra captura botes y motores fuera de borda de tantos que no cubren adecuadamente el peaje en su peregrino viaje de este paraíso al infierno, y uno se tiene que preguntar: ¿Y dónde están? ¡No hay suficientes botes para los rescates! La gente espera sobre los techos o los árboles y se muere. ¿En mano de quien quedaron esos botes equipados? Recuerdo haber visto hace unos años en el patio de la Marina en Sans Souci unos botes confiscados a narcos que venían súper equipados desde Colombia. Digo botes, pero en realidad eran cascarones que por la gracia de Dios conservaban parte de su casco. Todo lo demás había sido canibalizado.

Con razón en tiempos de emergencia no tenemos nada, pues lo que se compra, lo que nos donan, lo que confiscamos, como es del Estado, no es de nadie, y rápidamente encuentra dueño.

Ha habido buena voluntad y empeño en servir de los organismos encargados, pero “a mano pelada” se hace mucho más difícil, tardado y frustrante.

Meteoros que por su magnitud y contundencia, requieren de la ayuda y cooperación de todos. Este ha sido uno de ellos. Todo está anegado. Miles de familias sin nada, que han perdido lo mucho o poco que tenían. El país productor agrícola está arrasado. Los caminos y carreteras interrumpidos. Demasiados muertos y desaparecidos. No hubo prevención. No hubieron avisos. Sólo el huracán de aprestos de campaña reeleccionaria del Presidente estuvieron programados, anunciados y convenientemente organizados, trabajando como reloj suizo.

¡Y al llegar al río no había puente! Ahora vienen las lamentaciones. Las reales de pueblo afectado y las insinceras de los que tenían la obligación y no previeron. De los que mantienen a este pueblo creyendo que ellos no pueden organizarse y resolver su propios problemas sin la mala ayuda oficial.

luis@arthur.net