ESTABA EN OTRA COSA
Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspotcom/ 6 Noviembre 2007
Mientras la tormenta capicúa empezaba a azotarnos, nuestro presidente estaba descuidado de sus deberes en actos reeleccionistas en la reacia Santiago.
Con él, el molote de funcionarios que también descuidan la labor por la que les pagamos sueldos de súper lujo.
El Presidente se movía en helicóptero del Estado, con mantenimiento, combustible carísimo y pilotos militares pagados por nosotros. Con contingentes de guardaespaldas y militares, que le pagamos para su protección como el mayor funcionario de la nación, no para que los use en su provecho personal y con ventaja a otros candidatos. Inaugurando obras millonarias hechas con dinero de nuestros impuestos, para promocionarse, como si las hubiese donado de sus 90 mil pesos… de sueldo. A todo esto la JCE nada dice, quizás inmersa en contar sus abultados ingresos. ¡Y eso toma tiempo! ¿Para qué le dan al PLD una gran cantidad de millones, si el Presidente usa los recursos nacionales para hablar bonito y prometer lo que ya prometió y no cumplió?
Mientras, Noel llega sin aviso oficial y ruge feroz. A principio la minimizan, luego faltan helicópteros, simples botes y yolas, alberges, insumos. Hasta planes.
Tanto daño y perdidas de vidas no puede entenderse.
A Cuba la afecto la misma tormenta. Ni un muerto o desaparecido, cosechas en parte salvadas, ganado puesto a resguardo, refugios claros, equipados y de conocimiento de todos.
Decía el Embajador de Cuba a Nuria que ellos tienen planes concretos. Mando único, al cual toda institución civil y armada se someten, pero advierte, que eso es un proceso que empieza en las escuelas…
El “Redentor del Sur” fue a Barahona y todos los funcionarios dejaron sus actividades y el dar la comida en los refugios para esperarlo y estar donde el jefe les vea. ¡Es vergüenza! Y el Presidente que habla bonito lo tolera. ¿Se valora más que el pueblo sufriente e irredento?.
Dicen que Dios escribe derecho con renglones torcidos. Quizás lo que nos ha grabado con sangre y muerte sea la advertencia de que el León que promete demagógicamente vivienda a todos los damnificados, será un huracán peor que su capicúa Noel, y trata de advertirnos. Ante tanta desgracia ofrece lo imposible. Y muchas funditas dicen: “e’pa’ lante que vamos”. ¡No hay piedad en el poder!
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