miércoles, noviembre 21, 2007

HACIA DONDE NOS LLEVAN II

HACIA DONDE NOS LLEVAN II

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 20 Noviembre 2007

Desde la montaña de mis años veo como todo lo que cae en manos del gobierno es depredado y tiende a desaparecer.

Vamos a tomar nuevos prestamos, pues nunca tenemos dinero para comprar el 50% de las acciones de la Refinería, no importa los superávit que tengamos, y en poco tiempo aquello será no una Manicera, sino un Aceite Ámbar.

El presidente que habla bonito, que ha quedado expuesto con tres días de mucha lluvia, y ha presentado a los ojos de todos la mala organización nacional, la falta de planes, equipamiento de todo tipo y capacidad de mando. Ha flotado macabramente la pobreza oficial primero y del pueblo luego, donde nadie sabe lo que tiene que hacer. Donde todos hablan, todos piden y pocos ayudan. Donde no hay refugios, ni centros de acopio, y la desconfianza se hace patente entre los que quisieran ayudar, ante la experiencia de que sus ayudas no llegan a los damnificados, sino a los político y los vivos. Donde como ha sido en el pasado, furgones de medicinas y alimentos se pierden y dañan.

Hoy nos encontramos con presas Hidroeléctricas como Jigüey y Aguacate, que por no seguir el procedimiento se inundaron y no sólo están fuera de servicio teniendo tanta agua , sino que habrá que rehabilitarlas a gran costo. El Presidente en sus dos discursos penosos olvida esto, pero se le ve tenso, con rictus de contracción bucal, con movimiento artrítico de su brazo, porque la realidad supera las palabras con un mentís elocuente.

Tanto esperamos los cacareados planes para el ahorro de energía, y nos sale con planteamientos académicos, no con medidas, decretos, acciones, como se espera de un ejecutivo, sino con historias de por qué subió el petróleo, cuando existe demasiada bibliografía mucho mejor expuesta y documentada. Donde exhibe a su Camisón Nacional de Energía, por no tener ni siquiera la lista de proyectos pendientes en energía no convencional ni los reglamentos y políticas para su uso.

Dicen que a los buenos generales se les conoce en las crisis, y la verdad que este general y su ejercito, se han mostrado y expuesto como aprendices, como incapaces sin conocer su oficio. Sólo tienen maestría en la simulación para reelegirse, mantener el poder y hacer de las tragedias promoción personal y partidaria.

¡E’pa ‘lante que vamos!

luis@arthur.net