LA CONSTITUCIÓN
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luiharthur.bolgspot.com 5 Noviembre 2007
La Constitución es la “Ley fundamental de un Estado que define el régimen básico de los derechos y libertades de los ciudadanos y los poderes e instituciones de la organización política”.
Desde 1844 tenemos una y hoy se cumple un nuevo aniversario. Está de cumpleaños.
Contrario a como la define la Real Academia de la Lengua, Balaguer dijo que era sólo un pedazo de papel y vemos como su émulo actual sin decirlo, piensa igual y la viola.
Los ciudadanos tenemos que acatarla porque aquí nacimos y vivimos, pero los funcionarios además juran respetarla, pero como no hay castigo, no le dan ninguna importancia.
En ella se establece que la Nación Dominicana está gobernada por tres poderes. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Hoy vivimos tiempos de luto. El Legislativo es del mismo partido que el Ejecutivo y mancuernados hacen lo que quieren y la Justicia se hizo operación de cataratas, ve 15/20 y sin vergüenza se somete. Su Presidente como regalo dice que a ellos no les urge resolver el asunto de la Sun Land, donde se acusa al Ejecutivo de haber violado la Constitución. Dice que ellos están inmersos en rehabilitar unos cuantos juzgados que la capicúa tormenta Noel afectó. Esto es, se metieron a carpinteros, albañiles, ingenieros civil y olvidaron sus funciones por las que cobran. Su irresponsabilidad no es rara, pues tampoco han fallado el Amparo de Huchi sobre los planos del Metro. ¿Qué pensaran los demás Jueces? ¿Estarán de acuerdo con tan infelices declaraciones dos días antes de este magno aniversario? ¿No que son inamovibles para evitar presiones? ¿Les llamarán a cuentas, le pondrán un bozal y empezarán a resolver con independencia, o seguirán siendo un apéndice sin importancia del ejecutivo?
Mientras, el pueblo está desamparado y desprotegido. Las heridas de Noel cicatrizarán pronto. Las que estos comprometidos funcionarios nos infligen, tardan hasta siglos en sanar.
Deberíamos como al dinero, preparar un papel especial para la impresión de la inútil Constitución, tratado con una solución de gratey, pringamoza, pica-pica y bayahonda, cubierto de espinas de tuna y bañado con ají tití, para al menos causarle escozor, angustia y oír los gritos de tantos que usan nuestra Carta Magna sólo como papel sanitario.
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