jueves, enero 31, 2008

EXTRAVIO

SIN TEMOR… NI FAVOR…

Extravío

Luis H. Arthur S.

Hace pocas semanas se extravió en el Pico Duarte una niña, adolescente, que ya había subido dos veces antes. Pasó entre el Pico y el Valle de Lilís, en una distancia abierta, pedregosa, de unos 1500 metros. Serian las 11 am. Sus padres se enteraron al otro día en la mañana.
No había comunicación. Los radios que antes existían habían desaparecido. Allá los celulares no funcionan. Hubo de ir a Jarabacoa para notificarles a ellos y a las autoridades abúlicas.
La niña había pasado su primera noche a la intemperie a temperaturas casi congelantes, y sin abrigos. Tenia una capa de agua plástica que le llegaba hasta la rodilla y alguna comida y agua para el camino normal.
A las 11 del otro día, llegó un helicóptero de la Aviación Militar, por diligencia de los padres.
Las autoridades no aparecieron. Un camión con soldados caza montaña llegó a La Ciénega. Luego un general escoltado por un ayudante con paraguas. Estuvieron un rato dentro de la oficina. Se fue el General y tras él los caza montaña, sin haber escalado un sólo metro ni haber hecho ningún esfuerzo. ¡Aun la niña no aparecía…!
Muchos guías de todos los grupos se unieron a la búsqueda. Llovía. Al fin dos guías que como todos buscaban por solidaridad sin tregua ni descanso, la encontraron sana y salva cerca de las 4 de la tarde a unos 7 km del punto de extravío. Caminó con ellos quizás por 3 horas hasta “La Compartición”.
Ah! entonces los distintos “cuerpos” comenzaron a ejecutar la danza del protagonismo. A veces uno no sabe que es peor, si el estar extraviado o ser despiezado en esa danza insensata, como pollo de Amable.
¿Alguna enseñanza? ¿Se han establecido comunicación y brigadas permanentes de rescate para estos rarísimos casos de extravío? Nada. ¡Ya acabó esta fiesta…! ¡Viva la reelección!
No quise escribir sobre el caso hasta no subir y obtener testimonios de actores, hasta no ver, vivir la aventura y el desamparo.
Créanme señores, los dominicanos vivimos sostenidos por la mano de Dios y de tanta solidaridad humana que en momentos de desgracia brota como manantial espontáneo.
El afán de los responsables no es servir, sino servirse, vivir bien, aparentar, desinformar a la prensa con declaraciones encontradas de héroes inexistentes. No cumplen, sólo aparentan.
luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 30/I/2008