miércoles, septiembre 23, 2009

RECAPITULANDO VIII

Sin Temor… Ni Favor…

Recapitulando VIII


Luis H. Arthur S.

Entre las novedades con que nos perjudica la delincuencia está una que aun no le ponemos mucho caso: el robo de la identidad.
Te falsifican la Cédula de Identidad y Electoral, le ponen fotografía distinta.
Con complicidad de jueces, policías y militares activos y no activos, y de delincuentes comunes y violentos, unos fuera y otros dentro de cárceles, se están robando nuestras identidades, sacando teléfonos móviles por docenas a nombre de los afectados y cometiendo otros delitos. De repente Ud. se convierte en un prófugo y empieza la pesadilla. Lo detienen como supuesto culpable, el Juez confabulado, le da prisión preventiva por no menos de tres meses, aun sin interrogarlo, tan distinto a lo que hacen con asesinos y narcos que a pocos les encuentran méritos para encerrarlos. Empieza la extorsión a Ud. y a sus familiares por muchos miles, sino millones, aunque la acusación sea por $7 u $8 mil pesos supuestamente desfalcados hasta ese momento con la identidad falsa. De repente Ud. está inmerso en una pesadilla seudo legal de la que para librarse tiene que embargarse, además de quedar fichado.
Sus abogados, no importan, se dan casos hasta de Juezas casadas con policías que son parte de la red, y que por acuerdo, amenazas o generalmente por dinero, crucifican a inocentes ciudadanos, que tildan de desconocidos aunque sean profesionales, empresarios, viviendo en Arroyo Hondo, aquello parece irreal.
Algunas veces en tribunales superiores o en la Suprema Corte se enderezan algunos de estos entuertos, pero el trauma nunca se elimina y el gasto menos ni el sentido de inseguridad que queda.
Estas redes mafiosas se siguen fortaleciendo.
Hoy me tomé la mañana para recorrer las telefónicas y cédula en mano pedir la lista de los teléfonos que tengo cargados y activos. Por suerte aun no me han robado la mía.
También hay que tener mucho cuidado cuando en cualquier sitio se entrega la Tarjeta de Crédito y se pierde de vista, pues aparte del típico delito de copiarla para hacer un clon, se está dando el caso que cuando se la devuelven, viene cambiada, sustituida por una robada, similar en color y hasta Banco, que fue robada y quieren “lavar”. Ud. sin fijarse, automáticamente la guarda tranquilamente. Cuando vuelve a querer usarla al pasarla viene al anuncio de “Tarjeta Robada” o que “no pasa”, y pide avisar a la policía. De repente Ud. se encuentra en mayúsculo lío acusado de robo de tarjeta que teniéndola en su poder no puede justificar cómo llegó allí, además de que su tarjeta ha sido profusamente usada tranquilamente, hasta el límite, y debe Ud. mucho dinero, por no haber avisado al Banco del robo, ya que en su confianza no se dio cuenta. Dicen que a las mujeres les sucede con más frecuencia.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *22\IX\2009